¿Por qué un trabajo gana el Premio Gabo?

¿Por qué un trabajo gana el Premio Gabo?

Cada año, los jurados del Premio Gabo se reúnen en las rondas de juzgamientos para dejar sobre la mesa cuáles son las razones por las que ellos consideran que una historia merece ser galardonada con el reconocimiento más importante al periodismo en español o portugués. La lista de criterios contempla desde la calidad narrativa, la investigación y reportería sean propias hasta el rigor y exactitud en el tratamiento de los hechos. 

Este texto recoge los puntos comunes de los juzgamientos de las recientes ediciones del Premio Gabo con el fin de evidenciar los elementos en los que concuerdan los jurados, aportar miradas y herramientas para ejercer un mejor periodismo, y ayudar a los periodistas a preparar mejor sus postulaciones al Premio Gabo 2021, cuyas inscripciones están abiertas hasta el 15 de julio.

Categoría Texto 

Piezas maravillosamente escritas

Si hay algo que realmente atrapa a los jurados de la categoría Texto del Premio Gabo es una escritura pulcra, elegante y fluida. Una pieza “maravillosamente escrita”, en palabras del chileno Juan Cristóbal Peña, jurado en 2019. 

Un niño manchado de petróleo”, el trabajo periodístico de Joseph Zárate, ganador del Premio Gabo 2018 en la categoría Texto, fue ampliamente elogiado al considerar que su “prosa elegante no escapa a la inventiva, sabe tomar riesgos: busca, en cada caso, la forma de contar que cuente mejor, que cuente más, que no repita fórmulas”. 

Esas cualidades de un texto magistralmente plasmado, que da cuenta del talento narrativo del periodista y que incluso se aleja de los cánones del periodismo tradicional para acercarse más a la literatura, son también de las características que más extrañan los jurados, que se han visto obligados a descartar trabajos con una reportería potente por un “serio déficit de edición”. 

“Cuando el periodista se considera autosuficiente y no dialoga sobre su trabajo con alguien experimentado se propicia el uso de una fórmula repetitiva que no asume riesgos ni se mete en problemas, que son dos factores esenciales para hacer un buen periodismo”, expresó el peruano Julio Villanueva Chang, jurado en 2018.  

Temas relevantes para Iberoamérica

Para los jurados es importante destacar los trabajos que aborden “los problemas neurálgicos de América Latina, y algunos de Iberoamérica”, que sean temas propios, que tengan pulso y generen impacto.  

La penúltima batalla del Hospital Juárez”, escrito por Elías Camhaji para el diario El País – América, demuestra no solamente la pertinencia del tema, sino que es un relato bien hecho, una muy buena pieza periodística que conmueve, que no deja indiferente a quien la lee.  Otro tema que resulta revelador y relevante para sus países de origen y la región entera es “Argelia Fellove es una dura”, de Abraham Jiménez Enoa, publicado en El Estornudo (Cuba), y que vuelve a poner de manifiesto las profundas desigualdades a las que se enfrentan los homosexuales, lesbianas y miembros de la comunidad LGBTI en una sociedad ampliamente homofóbica.

Investigación + narración: una fórmula ganadora

La combinación de potentes investigaciones y narraciones de alta factura marcan la diferencia entre los trabajos que se postulan al Premio Gabo y son tenidos en cuenta por los jurados que destacan el rigor en el seguimiento de las historias y la forma de narrarlas.

El trabajo “Venezuela, o paraíso dos contrabandistas”, publicado por InfoAmazonia (Brasil), es un trabajo transfronterizo y colaborativo que está hecho con mucho aliento y es deslumbrante por su originalidad. 

Estilos autorales

En la selección de los jurados se destacan trabajos por las firmas de sus autores, con una prosa pulida y cultivada, bastante notoria. Como “Almanegra”, de Santiago Wills, publicado en la revista colombiana El Malpensante, un relato sobre un árbol que seduce “por su estructura, densidad y fuerza”, de acuerdo con los encargados del juzgamiento.

Igual de “extraordinariamente escrito” resulta “Hugo, historia de un corazón”, firmado por Pedro Simón, periodista del diario El Mundo, de España. Se trata de un texto que atrapa “de manera brutal” y que, casi al mismo ritmo cardíaco que narra, acelera las pulsaciones del lector por su alta factura y su sorprendente relato..

Categoría Imagen

La elección de un ganador en la categoría Imagen es un proceso desafiante y complejo, en comparación con las otras categorías del galardón. Al configurar en torno a una categoría todos los lenguajes audiovisuales, como reportajes gráficos, series de fotografías, videos, reportajes clásicos de TV, visualización de datos o infografías, resulta particularmente complicado hacer una selección coherente, especialmente al comparar las que se captaron en la efervescencia del momento frente a trabajos en los que sus autores invirtieron meses o años para su realización.

Por ello, los jurados parten de dos aspectos fundamentales a la hora de evaluar un corpus de trabajos de tan diverso origen: la evidencia de la búsqueda de un lenguaje innovador en lo visual y la manera cómo a través de la imagen estos trabajos confrontan los tópicos de nuestros tiempos.

El esfuerzo periodístico

El jurado reconoce trabajos como ‘Defensores de la selva’ por lo que percibieron: un esfuerzo hercúleo en la reportería por encontrar ocho personajes extraordinarios, y contar desde sus vidas una nueva historia sobre la Amazonía. Los relatos individuales conformaron una gran historia de activistas, sin hacer activismo, lo que fue calificado como otra gran virtud periodística del trabajo.

La historia precede al formato

Los juzgamientos han dado pie a una reflexión sobre las posibilidades que brinda el periodismo en la actualidad con su gran oferta de herramientas y formatos. Hoy se puede pensar en un tema y luego usar la mejor herramienta para contarlo, mientras que antes era obligatorio encajarlo, por ejemplo, en las páginas de un diario. Actualmente no se trata solo de pensar en la narrativa de acuerdo con el formato que por obligación se le impone al periodista, sino en cuál es el mejor formato posible para contar esa historia.

Historias valiosas e imágenes poderosas

Uno de los cuestionamientos que suele abrir la discusión de los jurados de la categoría Imagen es cómo calificar trabajos fotográficos con respecto a propuestas audiovisuales e incluso multimedia, un debate que termina recordando los principios básicos del periodismo y encuentra la respuesta en la forma en que cada quien logra contar historias valiosas, con rigor en los datos, a través de imágenes poderosas.

Para el documentalista Caio Cavechini, jurado en 2019, se trata de “siempre pensar de qué manera las imágenes cuentan una buena historia” y de tener presente que la calidad de esas imágenes es tan importante como la potencia de la narración. 

“A veces la imagen es muy bonita, pero no cuenta una buena historia: no nos revela una realidad importante e injusta que debe ser mostrada al público. Me gusta conocer realidades, ser transportado a sitios que no conozco por medio de la imagen tanto audiovisual como fotográfica, pero también me gusta mucho ver miradas diferentes acerca de temas que ya conocía”, dijo Cavechini.

Categoría Cobertura 

En esta categoría hay tres pilares que tienen en cuenta los jurados a la hora de mirar las historias: periodismo colaborativo, protagonismo del contenido multimedia y la apuesta por investigación profunda. 

Investigación robusta y rigurosa 

Un periodismo que reta las verdades oficiales y evidencia sus vacíos con rigurosidad es un periodismo que vale la pena ser reconocido. Para el jurado, “el gran periodismo, si hace falta, cumple las funciones que el poder público no ha querido o sabido cumplir, y por el contrario, ha tratado de encubrir”. 

El país de las dos mil fosas”, cobertura ganadora en 2019, logra magistralmente ese objetivo. La investigación identifica y localiza las fosas clandestinas en México donde fueron a parar los desaparecidos entre 2006 y 2016, “un trabajo tan exhaustivo, riguroso y dramático”, hecho a partir de investigación pidiendo información pública, de acuerdo con el concepto del jurado. 

A mayor colaboración, mejor periodismo

Las historias que tienden a destacarse son el resultado del trabajo en equipo de miembros de un mismo medio o de varias redacciones de Iberoamérica que unen fuerzas por un cubrimiento común. Los tres finalistas de la edición 2020 en esta categoría son producto del trabajo colaborativo de equipos conformados por más de 20 profesionales entre periodistas, reporteros gráficos y desarrolladores web.

El jurado resaltó que, bien hecha, la colaboración es sinónimo de éxito, pero que si desde el comienzo de una iniciativa colaborativa no existen pautas claras el resultado puede ser el fracaso.

“La colaboración potencia las posibilidades enormemente, pero es aún más clave la transnacional a la hora de encontrar resultados más contundentes, que muestran realidades regionales y no casos aislados”, aseguró el jurado.

Los elementos multimedia como partes de un todo narrativo y no como meros accesorios del texto

Integrar de manera armónica los contenidos multimedia con los textos hace que los primeros no terminen siendo meros accesorios de los segundos. Esa buena integración entre los contenidos multimedia aporta resultados narrativos más sólidos y con mayor emotividad para redondear mejor los trabajos.

“Hay mayor penetración si oyes un testimonio que si lo lees”, destacó María Elvira Samper en el juzgamiento de 2020. Mientras que Liza Gross, ese mismo año, resaltó que “las elevadas” técnicas multimediales evidencian madurez en su uso entre los periodistas latinoamericanos.

Categoría Innovación

Innovación al servicio de la audiencia

Las obras que más han sobresalido en esta categoría tienen un logro compartido: sacar provecho de las distintas formas de innovación en la investigación, elaboración y presentación de la información, así como en la manera de interactuar con los lectores o usuarios para facilitar su experiencia y entendimiento de las realidades que abordan. 

Lo anterior implica entender el concepto de innovación, que no se limita a aspectos tecnológicos sino que abarca elementos más amplios del periodismo como la forma de hacer reportería, de tratar con las fuentes y de presentar las historias a las audiencias para poner esa innovación al servicio de ellas. 

“A veces hay trabajos muy chulos y no los entiende nadie, o no se llegan a cargar en la computadora. La innovación está al servicio de la historia y la efectividad del medio y debe servir para que esa conexión con la audiencia sea mejor. Si no te sirve para eso la innovación, no la hagas”, dijo el español Ismael Nafría, jurado de 2019.

Experimentación con distintas formas de reportería

Entre los trabajos que se destacan en esta categoría, los miembros del jurado han encontrado sobresalientes las diversas formas de reportería que fueron usadas en la realización de los proyectos.

Los trabajos que usaron algoritmos requirieron sin duda una exhaustiva obtención y análisis de datos, lo cual -según coincidieron los jueces- es un proceso de alto grado de dificultad que implica una forma de reportería en sí misma.

Propuestas más allá del imperio tecnológico  

Aunque la innovación suele entenderse en términos tecnológicos, los jurados de las recientes ediciones del Premio Gabo han sido enfáticos en que la innovación periodística “es una actitud que va más allá del imperio tecnológico y de las herramientas que están a disposición de los periodistas”, tal como reflexionó María Teresa Ronderos, miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo y jurado en 2018.

De hecho, los jurados valoran y esperan hallar historias innovadoras que aborden temas distintos a los tradicionales: deportivos, culturales, de cocina, salud, cine, entretenimiento, tecnología, entre otros, que pueden lograrse tanto en los grandes medios como en iniciativas emergentes con recursos económicos limitados.   

Lo que debes saber para postular al Premio Gabo 2021

Los trabajos concursantes deberán inscribirse en la plataforma del Premio Gabo entre el viernes 4 de junio y el jueves 15 de julio del 2021. Pueden postular trabajos publicados inicialmente en español y portugués entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021. 

En esta edición, la ceremonia de entrega del Premio Gabo se realizará de forma virtual en noviembre de 2021, luego de un proceso de juzgamiento en el que todos los los trabajos que se postulen y cumplan con las bases del concurso serán evaluados por un jurado compuesto por más de 50 periodistas de reconocido prestigio. 

Sobre el Premio Gabo

Es convocado por Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.