El periodismo de hoy sigue siendo transformador
Aunque haya nuevos lenguajes y canales, llegarle a las audiencias sigue siendo determinante para el oficio periodístico. Ahí reside su poder, como se discutió en una de las charlas del 10° Festival Gabo.
Por Andrea Jiménez Jiménez
“Mi punto de contacto con la realidad del mundo es el periodismo. Es un oficio valioso en la medida en que gente con buenas capacidades presenta la información de manera veraz, justa, al mundo. Es necesario para que quienes estamos del otro lado podamos conocerla. Me parece relevante que existan periodistas”. Con estas palabras David Iannini, estudiante de 11° del Gimnasio Moderno, de Bogotá, y líder de la banda musical Punto de Fusión, reconoció el poder que el periodismo continúa conservando en la actualidad.
Una reflexión que comparten y legitiman desde su trabajo Fidel Cano, director del diario El Espectador; Dayelitza Jiménez, del colectivo de comunicaciones que surgió de Cronicando, y Vanessa Henao, estudiante y periodista de la Unidad de Investigación Periodística de la Universidad Politécnico Grancolombiano, quienes, en conversación con Marcelo Franco, contaron sus experiencias transformadoras desde el arte de investigar, contar y compartir.
Fidel Cano, el más experimentado del panel, recordó que fue la muerte de su tío Guillermo Cano, asesinado por el Cartel de Medellín, la que detonó su ingreso a la redacción de El Espectador, el diario de su familia. Hoy, “la realidad no ha cambiado tanto. Esta semana tuvimos a un periodista asesinad por sus investigaciones. Sigue siendo peligroso en Colombia hacer periodismo investigativo. Este país se merece un periodismo investigativo serio y que no ceda a las presiones”.
Desde esa misma orilla comienza su carrera como periodista Vanessa Henao, quien coordinó la investigación Las máscaras de la criminalidad durante la COVID 19. También estuvo a cargo de los rastros de la guerra, un reportaje sobre la localidad de Usme, en Bogotá, que evidenció cómo el conflicto armado no se dio solo en las zonas rurales del país, sino en las urbes. “El periodismo de investigación no debería ser un enfoque. Es algo que deberíamos grabarnos todos los periodistas en la frente”, acotó.
Dayelitza Jiménez comienza a seguir estos pasos. Luego de hacer parte del proceso formativo de Cronicando comenzó a hacer parte de un colectivo de comunicaciones que tiene como área de influencia el barrio Nelson Mandela, en Cartagena. Aunque estudia Logística, “el periodismo sigue conectado a mí a través de Cronicando”. Reconoce como lo más importante del periodismo la veracidad, los hechos reales. Y le atribuye al proceso de enseñanza haber dejado atrás su timidez al hablar en público. “Antes no sabía expresarme y, gracias a Cronicando, aprendí a contar noticias, a tratar al público, a hablar. Cronicando enseña a cómo podemos conectar con las historias que nos rodean”. Así, por ejemplo, pudo narrar la historia de un artesano de Mandela que utilizaba lo aparentemente calificado como basura para crear nuevos objetos.
Pero independientemente de los años de experiencia, incluso de los canales que se tengan, el periodismo debe cumplir una máxima que es equivalente a lo que se busca cuando se hace música, como Iannini: llegar al público. “Hay que entrar en una relación con las audiencias. Uno tiene que saber cómo está llegando la información para que tenga un efecto. No puedes hacer un periodismo encerrado, que nadie conozca. Tú debes entender que puedes narrar en TikTok, o en una banda musical. Hay que aprender a contar las historias que la gente demanda”, remató Cano.
Sobre el Festival Gabo
El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.
Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.
El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Si quieres conocer más sobre estas iniciativas puedes visitar nuestra página web y seguir nuestras redes sociales: Facebook, Instagram y Twitter.