Entrevista con Ignacio Escolar, ganador del Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2018
Ignacio Escolar, director de eldiario.es, fue exaltado por el Consejo Rector de la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el Reconocimiento a la Excelencia por el gran talento, coherencia ética y liderazgo profesional que ha desplegado a través de su intensa y fecunda trayectoria.
Los méritos de Ignacio Escolar se distinguen tanto por el trabajo periodístico propio en todos los soportes, como por su papel de impulsor de proyectos periodísticos de carácter innovador, que sirven hoy como referentes para la redefinición del periodismo en la era digital, mediante un alto compromiso de servicio informativo hacia sus audiencias, con una perspectiva radicalmente democrática y una apropiación eficiente de la tecnología.
En esta entrevista Ignacio nos cuenta cómo ha forjado su carrera y cuáles son las claves para crear un modelo de negocio replicable y sostenible como eldiario.es.
¿Qué es eldiario.es?
El diario.es es un periódico digital que tiene apenas seis años de historia. Lo fundamos en el 2012 y hemos sido capaces en muy poco tiempo de colocarnos entre los diarios más leídos e influyentes en España, y de los que más crece también.
¿Cómo está compuesta la redacción del diario.es?
Cuando nacimos éramos apenas 12 personas en eldiario.es. Hoy ya somos algo más de 80 en la redacción central de Madrid y 57 más en las doce ediciones autonómicas que tenemos regionales por toda España. De esas personas, unos 62 son periodistas y el resto son administración, comercial, tecnología, diseño. Luego, las ediciones locales nos permiten tener una red de periodistas sobre el terreno en la mayor parte de las grandes ciudades españolas.
¿En qué consiste el periodismo a pesar de todo que defiende el diario.es?
Nosotros creemos en el periodismo que nunca entró en crisis. Cuando lanzamos el periódico en el 2012 era un momento muy difícil para la prensa en España y en todo el mundo. En España lo que estaba en crisis no era la manera de contar una noticia, la manera de comprobarla, ni de divulgar la información, sino cómo pagarle el sueldo a los periodistas que trabajaban y cómo hacerlo sin que eso pusiese en riesgo su independencia. Con el periodismo a pesar de todo de nuestro lema lo que reivindicamos es el periodismo de contrapoder, el que sirve para pedir cuentas al poder, el periodismo que ejerce de cuarto poder y vigila los poderes políticos y económicos para que no abusen de su poder y para combatir la impunidad.
¿Cómo logra un periodista crear un modelo de negocio replicable y sostenible como este?
Cuando lanzamos eldiario.es y me convertí no solo en su director sino en su consejero delegado y editor lo hice a mi pesar. Yo siempre he querido ser exclusivamente periodista, pero en el año 2012 me di cuenta de que la mejor manera de ser periodista con la independencia y la máxima libertad era juntarme con otros periodistas y ser dueños de nuestra propia redacción. Por eso fundamos eldiairo.es porque nos dimos cuenta de que la única manera de ejercer el periodismo en esas condiciones, en el contexto de la crisis económica que vivía España en ese momento, era lanzar nuestro propio medio, pero siempre con la única ambición de ejercer el periodismo.
¿Cómo se construye la confianza que se requiere para que una persona decida hacerse socia de eldiario.es?
Tenemos ya casi 33.000 socios y socias que pagan todos los meses por un periódico que podrían leer gratis. Es un apoyo muy importante sobre todo porque la contraprestación que les damos es muy pequeña: les enviamos una revista en papel trimestralmente, pueden leer eldiario.es sin publicidad, tienen también el adelanto para socios —unas noticias que pueden leer antes que el resto de los lectores—; pero al final el periódico que consumen, que leen, es exactamente igual que el que leen los lectores que no pagan, por eso tendremos tanto a esos lectores. Yo creo que esos más de 30.000 lectores han entendido que gracias a ellos podemos ejercer un periodismo que se deba a todos los lectores, no solo a los que pagan, a todos, y que realmente pueda resistir las presiones del poder y ser verdaderamente independiente.
¿Cuál es su consejo para los periodistas que están en la búsqueda de fórmulas para crear proyectos periodísticos sostenibles y que tengan una fuerte conexión con la audiencia?
Creo que la clave es pensar en el largo plazo, es la fundamental, pensar en largo plazo, no caer en el cortoplacismo de audiencia fácil, de titulares fáciles, sino pensar en cuáles son las razones por las cuales el periodismo se convirtió en garante fundamental de la democracia y aparece protegido en la mayoría de las constituciones democráticas de todo el mundo. No fue por hacer videos de gatitos, fue por fiscalizar el poder y ese es el periodismo por el que creo que muchos lectores en todo el mundo, no solo en España, estarían dispuestos a pagar.
El diario.es es un medio que habla de política. La lista de las exclusivas de su medio tiene un blanco obvio: el poder político y sus relaciones con el dinero y la justicia. ¿Por qué está tan interesado en contar estas historias?
El periodismo es muchas cosas, pero una de las fundamentales es publicar lo que alguien con poder no quiere que se publique, y yo creo que una de las funciones de la prensa es precisamente esa: fiscalizar el poder y sus abusos. Es probablemente dentro de los muchos focos que tenemos en eldiario.es el que más agradecen nuestros lectores porque es el tipo de historias que otros medios con menos independencia de la que tenemos en eldiario.es tienen más problemas para publicar.
El consejo rector de la FNPI destaca su “gran talento como periodista en todos los soportes”. Usted publica libros, alimenta un blog, interviene en radio y televisión y dirige un exitoso medio digital, ¿cómo ha conseguido dominar todos los formatos?
He tenido una trayectoria profesional un poco mestiza. Normalmente los periodistas de televisión no trabajan en prensa y viceversa, y en mi caso estuve muchos años, antes de dirigir eldiario.es, trabajando en televisión, muchos años también en prensa escrita, en prensa digital, y me di cuenta de que lo difícil era contar historias, no tanto el formato. Ese mundo ha cambiando mucho: ahora la tecnología permite que los sistemas de edición sean más accesibles de lo que eran hace años, con lo cual las barreras que existían entre la prensa escrita, la radio y la televisión ahora están bastante más derruidas. Creo que al final es una necesidad también, necesitamos tener presencia en la televisión, la radio, y parte del éxito del diario.es tiene que ver con su relación con otros muchos medios españoles donde otros periodistas de eldiario.es, no solo yo, tenemos presencia.
Usted también es escritor, ¿cómo combina el mundo literario con el de las noticias?
Cuando era pequeño quería ser solo dos cosas: periodista y escritor. Y como escritor he hecho algunos pinitos, probablemente en algún momento cuando me retire me dedique a escribir, que me encanta, y es algo que durante un tiempo también ha sido una liberación. El periodismo se basa en la realidad, solo en la realidad, no existe el periodismo de ficción y por esa razón a veces el entretenimiento de un periodista es inventarse cosas, cosas que desde luego en su oficio nunca debería hacer.
¿Cuáles son los cinco rasgos característicos de su personalidad?
La gente que me conoce dice que soy bastante intenso trabajando, que trabajo muchas horas, que dedico mucho tiempo a las cosas que me gustan, lo que no saben todos ellos es que solo sé trabajar mucho en aquellas cosas que me gustan, afortunadamente tengo el trabajo que más me gusta en el mundo, aquel que me permite satisfacer mi curiosidad.
Para mí una de las definiciones cortas del periodismo es que consiste en ser curioso y luego contarle a la gente lo que has aprendido en el camino, ser inquieto a la hora de acercarte a un tema a la realidad y hacerte las preguntas que haría un lector normal, un ciudadano común, e intentar después explicárselas y responderlas. Me siento un privilegiado porque he podido encontrar una profesión, un oficio, el de periodista, que se ajusta a mis virtudes pero también a mis defectos. No soy capaz de trabajar en las cosas que no me gustan.
¿Qué consejos les da a los periodistas que creen que no pueden hacer trabajos simultáneos en diferentes soportes por falta de tiempo?
Yo creo que los periodistas cada vez vamos a ser más especialistas en algo, en algo que puede ser amplio o concreto: los tribunales o la investigación policial o el tema político, pero tienen que ser capaces de contarlo en varios soportes y no es tan complicado; antes lo era. Había unas barreras muy altas entre la prensa, la fotografía, el montaje en video, la radio, y ahora lo realmente difícil es tener algo que contar, no cómo contarlo. Hay técnica, por supuesto que la hay, pero la tecnología ha hecho más accesible la capacidad para poder contar una historia en distintos soportes.