Discurso de Mónica González al presentar a los ganadores del Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2025

Discurso de Mónica González al presentar a los ganadores del Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2025

Discurso pronunciado el 26 de julio, en Bogotá, en la ceremonia de entrega del Premio Gabo 2025, para introducir a los tres ganadores del Reconocimiento a la Excelencia de este año.

A nombre del Consejo Rector, gracias por estar aquí. Gracias a todos estos periodistas de excelencia que hoy día vamos a reconocer en medio de la barbarie. Gracias a los que nos escuchan aquí y a través de las plataformas.

Son 30 años: 30 años de sembrar, de defender, de crear, de construir. 30 años de un sueño que no se detiene —el de Gabriel García Márquez— por un periodismo ético, libre y comprometido con la verdad. Un sueño que Jaime Abello Banfi y un equipo incansable han liderado. Este equipo, todos ellos —del que forma parte también este Consejo Rector— han creado una comunidad fuerte de periodistas que ha encontrado en la Fundación inspiración y conocimiento, herramientas para resistir, incluso reconocimiento. Sí, hay que hacerse cariño. Claro: cariño entre nosotros, para cuidarnos, para seguir.

Jaime. Jaime Abello: quiero que te pares, por favor. Necesitamos que te pares. En nombre del buen periodismo de Iberoamérica y de esta férrea y potente comunidad, queremos darte las gracias porque todo esto no sería posible sin tu cheveridad. Pero tampoco sin tu inteligencia, tu gran humanidad, tu talento, tu instinto y tu perseverancia. Gracias.

A pesar de que la barbarie y todos aquellos que nos quieren avasallar a veces nos impiden celebrar nuestros ritos, incluso enterrar a nuestros muertos —rito sagrado, ancestral—, nosotros no: nosotros reivindicamos la vida y a quienes siempre estarán con nosotros. Por eso, este Consejo Rector hoy día quiere recordar en este 30 aniversario, con emoción, a quien fuera otro de los pilares de esta Fundación: al maestro Jean-François Fogel. Elegido por Gabriel García Márquez para formar parte de este equipo —este gran periodista francés—, su compromiso con García Márquez, con esta Fundación, solo se extinguió con su muerte. Pero estarás presente siempre, Jean-François. Te queremos.

En este aniversario, el Consejo Rector del Premio Gabo ha querido hacer algo inédito: entregar un Reconocimiento a la Excelencia triple —bueno, la emergencia lo amerita—, que refleja la diversidad, la valentía y el compromiso de quienes hoy, desde distintos frentes, sostienen el periodismo con integridad y coraje. Porque la censura se transforma, pero no desaparece. Porque la desinformación se ha convertido en una industria y se propaga. Propaga odio con velocidad y mentiras con cinismo, porque la verdad se convierte en un enemigo a eliminar para quienes quieren imponer el silencio. Y frente a todo eso, hay periodistas que resisten, que innovan y que no se rinden. 

Esta noche queremos reconocer en este premio de excelencia a dos de ellos y a un grupo: 

A Laura Zommer, de Argentina, por su labor pionera en la verificación de información en América Latina y su trabajo ejemplar contra la desinformación como arma de manipulación masiva. Gracias a tu trabajo, hoy sabemos, al menos en parte, quiénes financian y operan la industria de la mentira. 

A Armando.Info, de Venezuela, por su rigor, por su valentía, por su vocación irrenunciable a informar a los ciudadanos para cumplir con el servicio público. A pesar del acoso, de la censura, del exilio, Armando.Info ha seguido contando lo que ese poder dictatorial no quiere que se sepa, que lo quieren ocultar. Bravo, Armando.Info. 

Y el tercer premio de excelencia recae en una mujer maravillosa a la que me honro en presentar: Patrícia Campos Mello, de Brasil. Por su trabajo periodístico excepcional, por haberse infiltrado en las redes de desinformación que alimentan el autoritarismo y por haber enfrentado con firmeza y coraje los ataques del poder.

Son tres nombres, tres historias, tres ejemplos de excelencia. Esta noche lo festejamos. ¡Sí, esto es el buen periodismo! Así enfrentamos la barbarie, el autoritarismo, los dictadores, el crimen organizado. Así celebramos la vida. Eso hace el buen periodismo. Los escucharemos durante esta ceremonia de premiación. Con su ejemplo inspirador y sus palabras, alimentaremos nuestra esperanza, porque eso somos. Los periodistas somos conductores, luz de esperanza para construir un mundo en el que todos tengamos derecho a existir y a expresarnos.