
Discurso de Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo, en la ceremonia del Premio Gabo 2024
Discurso leído en la ceremonia del Premio Gabo 2024, el 5 de julio, al entregar el Reconocimiento de Excelencia a José Carlos Zamora, en representación de su padre, el periodista guatemalteco José Rubén Zamora, encarcelado desde julio de 2022.
Veo que nuestro Premio Gabo evoluciona y también nuestra Fundación Gabo y nuestro Festival Gabo. El próximo año vamos a cumplir treinta años desde que comenzamos esta andadura con Gabriel García Márquez. También serán el Festival y Premio número trece, que comenzaron en Medellín y ahora están en Bogotá. Nos sentimos felices de estar en Bogotá, con nostalgia por Medellín, por supuesto, pero aquí estamos muy bien. Antes tuvimos en México el Premio Nuevo Periodismo, pero sin Festival, y con características un poco distintas. El testimonio que puedo darles de todos estos años de sentir cómo, en medio de los profundos cambios que han vivido no solo el periodismo, sino también la sociedad, la economía y los sistemas en general de organización de nuestras relaciones políticas y sociales, hemos visto en los últimos años, además, cómo dentro de ese cambio un motor indeleble y central ha sido la revolución tecnológica.
Hay señales de que estamos entrando en épocas cada vez, posiblemente, más difíciles. Dentro de las transformaciones del ecosistema de medios hay muchas voces que quieren competir con el periodismo en esa relación con las audiencias. Lo bueno, y lo que nos enorgullece es comprobar, a través del Premio Gabo, del Festival Gabo, y del trabajo que hacemos en la Fundación Gabo, que el periodismo, como se dice aquí, vive; que el periodismo mantiene además la fe y nos ayuda a comprender mejor el mundo: nos trae historias para despertar, nos demuestra la capacidad de actuar con ética, de innovar y de hacerlo, además, dándoles participación a muchas voces. Qué maravilla que este premio hoy no solo representa a toda América Latina y a Iberoamérica —hay concursantes que vienen de España, de Portugal— sino también desde las más grandes cadenas, la más grande de todas de América Latina, como es Globo, hasta las voces como la de Nayelli López que hacen periodismo y lo hacen con un gran énfasis en la representación de su comunidad. Eso significa que estamos cambiando y avanzando. Por eso quiero hoy resaltar el compromiso de la Fundación Gabo con ese periodismo ético e innovador, ese periodismo que nos da siempre esperanza, que significa, como Gabriel García Márquez dijo: una apuesta por la vida.
Cuando la Fundación Gabo comenzó el 17 de marzo de 1995, Gabriel García Márquez no solo le dio la bienvenida al primer siglo de labores, sino que quiso que ese primer encuentro hiciera énfasis en la libertad de expresión y la protección de periodistas. En esa ocasión, inclusive, salieron como recomendaciones la creación de organizaciones, como en el caso de Colombia, que trabajaran por la defensa de la libertad de expresión. Por eso nos enorgullece recordar con muchos periodistas colombianos la creación de la FLIP—Fundación para la Libertad de Prensa— que es una institución que nos representa y que nos ayuda a todos, y que está muy presente en el Festival Gabo con aportes muy interesantes.
Quiero decirles que este camino, durante tanto tiempo, ha sido posible, por supuesto, gracias a Gabo, por sus ideas y por su inspiración, que siguen presentes. También gracias a los periodistas de todo el continente, tanto los que han asistido a los talleres, los que han participado dentro de la Fundación o a partir de experiencias de la Fundación, como los que nos han acompañado como maestros, como miembros del Consejo Rector, y como directivos. Somos una gran red y eso es muy importante. Nosotros nos enorgullecemos de coordinar todos esos aportes de distintas generaciones del periodismo de América Latina. En segundo lugar, es posible por los aliados; sin los aliados —y quiero agradecerles a todos los aliados que han hablado hoy, y a la lista muy larga que está presente en este Festival Gabo— no tendríamos oportunidades, recursos y condiciones para hacer mucho de lo que hacemos. Quiero también decir que es posible por el equipo de la Fundación, y le agradezco todo el compromiso para hacer posibles tantas iniciativas, porque así como estamos haciendo festivales y premios, hacemos talleres, y lo hacemos no solo en Colombia sino en América Latina, en España y en todos lados. Y quiero finalmente decir que algo que agradezco es que hemos aprendido a cambiar, que hemos aprendido a escuchar y, sobre todo, que lo más importante es estar cada vez más cerca de los ciudadanos, de la gente, y recordar que al final el periodismo es un servicio para los ciudadanos, para personas comunes y corrientes. Al recordar también el carácter y el tema del primer encuentro que hicimos en el año 1995, encuentro una conexión clarísima con la decisión del Consejo Rector de la Fundación Gabo, del cual me honro hoy en llevar la vocería, de otorgar el Premio de Excelencia a José Rubén Zamora Marroquín, fundador y director de elPeriódico de Guatemala.
Leo muy rápido dos fragmentos del acta de nuestro Consejo Rector:
José Rubén Zamora es el paradigma de un periodista de investigación y posiblemente el máximo símbolo de la lucha contra la corrupción en el periodismo latinoamericano.
Este reconocimiento, además, va mucho más allá de su persona. Es un símbolo de la encrucijada democrática que atraviesan Guatemala y otros países de América Latina. Es un ferviente llamado a buscar nuevas formas para proteger la libertad de prensa en nuestras sociedades y de reivindicar el buen periodismo, un ejercicio inseparable para la vida democrática. Ese periodismo independiente, riguroso y libre, bajo el fuego del poder en Guatemala y otros países, está llamado a ser el principal contrapeso contra el nuevo autoritarismo en nuestra región que socava la democracia desde adentro, cooptando la justicia, ministerios públicos y policías para proteger los núcleos de corrupción en el poder. Ese buen periodismo que es como el oxígeno para los ciudadanos y que Zamora representa de forma emblemática.
Por eso, resalto también ante ustedes que esta semana el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas calificó mundialmente como arbitraria la detención de José Rubén Zamora. Hacemos un llamado respetuoso pero firme al presidente Bernardo Arévalo, que es un demócrata, para que asuma con valentía admitir oficialmente la detención arbitraria y las violaciones de los derechos fundamentales de José Rubén Zamora. Le pedimos también a la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala que declare con lugar las acciones ilegales de defensa del periodista José Rubén Zamora y, finalmente, al sector judicial, al Organismo Judicial de Guatemala que deje de suspender las audiencias y no acepte más dilaciones maliciosas por parte del Ministerio Público de ese país, en contra de un verdadero héroe de la libertad de prensa y del ejercicio del periodismo en América Latina, que es la persona a quien le vamos a entregar el premio hoy.