Las razones por las que ‘La sangre nunca fue amarilla’ ganó el Premio Gabo 2019 en Texto
Por Andrea Jiménez Jiménez
El jurado de la categoría Texto eligió ganadora a la cubana Mónica Baró por su texto La sangre nunca fue amarilla, un relato con gran pulso narrativo, lleno de fuerza y pertinencia “por lo que es y lo que representa”, de acuerdo con los encargados del juzgamiento.
La periodista “no solamente documenta una crisis sanitaria y medioambiental en un sector particular de La Habana, con una suerte de reminiscencia a Chernóbil, de negación, de toxicidad, sino que proyecta a una sociedad: la cubana, donde se dificulta mucho el avance del ejercicio periodístico por las fuentes”, señaló el chileno Juan Cristóbal Peña.
“Me gusta mucho la idea del barrio con diferentes historias, es ganadora”, agregó Fernanda Diamant sobre la estructura del texto, que resulta un fresco de imágenes superpuestas de las familias de un vecindario habanero mientras, paralelamente, va descubriendo una postal de la isla, un retrato que tiene “la virtud de la escritura “pulcra, elegante y fluida”, como reposa en el acta de juzgamiento.
En esa descripción se topa el lector con una denuncia que carece del tono habitual de las denuncias, que se aleja del lugar común en un relato “que no es desesperado, o con exceso de adjetivos” –de acuerdo con el chileno- para describir una burocracia cubana que palpa y demuestra en uno y otro párrafo sin señalarla directamente, y es este rasgo, precisamente “lo que hace más potente la crítica”, agregó el español Miquel Molina.
Esta pieza, construida a lo largo de más de dos años de reporteo, “tiene el mérito de recuperar el tiempo para hacer una buena historia, porque estamos sometidos a métricas, a productividad, y la autora se ha pasado semanas enteras hablando con la gente. Recupera ese derecho a ganar tiempo, que es lo que hemos perdido los periodistas”, subrayó el español.
La lectura de este texto atrapa con un “comienzo sorprendente en cuanto a lo estratégico, al modo en que nos introduce”, apuntó Peña, y se sostiene en su ritmo a lo largo de los 85 minutos que, en promedio, se deben invertir para leerlo en su totalidad.
Definitivo en su investigación y pulso narrativo, este reportaje deja entrever la “diversidad e innovación”, como recordó Fernanda Diamant; rasgos potentes y esenciales en el periodismo que sustentan la razón de ser del Premio Gabo.
Lo que recibe la ganadora
Mónica Baró, así como los autores de los trabajos ganadores en las categorías Cobertura, Texto e Innovación, recibirá 33 millones de pesos colombianos, un diploma que la acredita como ganadora y un ejemplar de la obra Gabriel, del artista colombiano Antonio Caro.
Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo
Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.
El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.
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